Un crecimiento exponencial ha tenido la producción de miel como así la cantidad de apicultores que se dedican a este rubro.
Lo anterior, genera gran rentabilidad.
Las características multiflorales de la miel cautivan, en especial, a los principales mercados de Europa, por lo cual las exigencias de inocuidad sobre este producto son altas.
El jefe de la oficina sectorial-Linares del SAG, Cristián Lara Gutiérrez informó que se han recibido numerosas solicitudes de reevaluación de las salas de extracción que operan en las comunas de San Javier, Villa Alegre, Colbún, Yerbas Buenas, Linares y Longaví.
Indicar que las salas de extracción de miel se encuentran equipadas con batea desoperculadora, centrifuga, baldes y otros elementos de acero inoxidable para las labores de envasado.
De acuerdo al Registro de Apicultores de Miel de Exportación (RAMEX), se exige a todo apicultor contar con una sala de extracción de miel debidamente autorizada.
INSPECCIONES
A la fecha, el SAG ha inspeccionado diecisiete salas, las cuales recibieron las aprobaciones correspondientes.
Según lo observado, existe un marcado avance respecto a años anteriores, varias de las cuales ya cuentan con un proceso de extracción establecido y en donde se han tomado las medidas necesarias para obtener un alimento inocuo.
Muchas de estas salas tienen instaurado en sus procesos la supervisión de parte del SAG, ya sea antes o durante el período de extracción de miel, validando así su vigencia como sala autorizada para exportar miel a la Unión Europea (UE).
Estas salas de extracción primaria varían en tamaño y distribución, según las características propias de cada apicultor, como también a la cantidad de miel que extraen cada temporada, básicamente deben contar con zonas bien definidas para la manipulación en primera instancia de las alzas.
Deben llegar a una zona en donde estén separadas o bien no interfieran el flujo unidireccional de la sala o denominada “zona sucia”.
La siguiente zona o denominada “zona limpia” es donde se realiza el proceso de extracción, en donde los marcos de las alzas son desoperculados, para luego pasar a la centrifuga donde la miel pasa a los tambores para que se produzca la decantación, posterior sellado y rotulado del tambor, según las indicaciones elaboradas en el Manual Ramex (MP).