Mejorar la productividad y rentabilidad de los berries mediante la incorporación de innovaciones tecnológicas y manejo agronómico es el principal objetivo que abordará el proyecto “Transferencia Tecnológica bajo esquema de trabajo territorial de berries en las regiones del Maule y Bío Bío”, que ejecuta el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
Las frambuesas, arándanos y frutillas son cultivos que en las regiones del Maule y Bio Bio abarcan cerca de 12 mil hectáreas, siendo el arándano el más masivo de los tres berries con una superficie superior a las 8 mil hectáreas, distribuidas en forma homogénea entre ambas regiones. Le sigue las frambuesas con casi 3 mil hectáreas, donde 1.590 corresponden a la región del Maule. Las frutillas en tanto, se producen en menor cantidad de territorio, 710 hectáreas en total, siendo la zona costera sur del Maule la que abarca el mayor territorio con 580 hectáreas.
El sentido del proyecto del INIA es articular la oferta tecnológica con la demanda técnica del sector principalmente la que tiene relación con una agricultura sostenible, pensado en un manejo más amigable con el medio ambiente, además de lograr mayor coordinación en las acciones que relevancia en el mundo de los berries con el fin de enfrentar las contingencias y prevenir oportunamente riesgos que afectan el negocio como la trazabilidad, uso de agroquímicos entre otras de importancia comercial, así como mayor fiscalización de uso y acceso a información de productos autorizados para los diferentes mercados u otros temas de impacto en el ámbito productivo, comercial y/o gestión.
Para ello se conformó recientemente el ‘’Consejo consultivo y de seguimiento con actores representativos del sector’’, integrado por el SEREMI de Agricultura del Maule, Jorge Céspedes, el Director del INIA Maule-Bo Bio Rodrigo Avilés, el Director Regional de INDAP, Jairo Ibarra, alianzas productivas y servicios de asesoría técnica de la institución, el jefe de la Unidad de Estudios y Proyectos de CONAF, Jorge Gándara y los representantes de la Frutícola Olmué y Viveros Global.
Uno de los aspectos a abordar es la necesidad de establecer comunicación permanente entre los diversos actores de la cadena productiva. Esto debido a que los paradigmas han cambiado. Antiguamente, por ejemplo, el investigador transfería conocimientos al agricultor. Actualmente el proceso de entrega de información tanto la que vivencia el productor como la que entrega el investigador se produce por un permanente diálogo. Es por ello la importancia del proyecto en articular a los actores relevantes de la cadena productiva de berries para conocer y priorizar las actuales demandas tecnológicas de las principales especies de producción.
Además del trabajo que desarrollará con productores de berries, el proyecto contempla trabajo de campo en unidades demostrativas que estarán ubicadas en el Liceo Agrícola Huertón de Los Angeles, en INIA Raihuén comuna de Villa Alegre, en el liceo Agrícola Marta Martínez Cruz de Yerbas Buenas y el Centro Experimental Santa Rosa del INIA en la Región del Bio Bio.