En estado de “contención” se encuentra el control urbano de la Lobesia Botrana o Polilla de la Vid y el Racimo.
El Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, mantiene un sistema de vigilancia permanente desde que la plaga se presentó en Chile, en 2008.
El Coordinador Regional del Programa Lobesia Botrana, Juan Rubio señaló que “hasta el año pasado y según las cifras de captura por el sistema de vigilancia, la Región del Maule registra la mayor cantidad de polillas del país. Incluso, la ciudad es donde más habita. De hecho, las trampas que instala el SAG, atrapan 10 ó 20 veces más que en la zona rural. Cuando la polilla llega a un parrón casero, se pierde toda la uva. Es muy difícil que se salve, por eso es importante ejercer un control”.
El personero sostuvo “que los esfuerzos del SAG apuntan a educar a las personas para que recuperen la cultura del parrón. Por ejemplo, cuando se pode el parrón, hay que dejarlo cortito. Es decir, se tiene que dejar poca rama vieja y lo que quede, rasparlo para sacer la cascara. En primavera, si se llegan a detectar gusanos que se andan comiendo el racimo, es mejor botar la fruta y quedarse con la sombra del parrón”.
LANZAMIENTO DEL PROGRAMA
En un solemne acto realizado en Sede de la Unidad Vecinal de la Población Independencia, el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, lanzó el Programa “Transferencia y Difusión para el control urbano de la Polilla Lobesia Botrana”.
La ceremonia fue encabezada por el Director Regional del SAG, Nicanor Cuevas Dinamarca, el Coordinador Regional del Programa Juan Rubio, el encargado de difusión del proyecto, Felipe Lobos, el consejero regional Gabriel Rojas, el concejal de la Ilustre Municipalidad de Talca, Sixto González, integrantes de los equipos evaluadores de proyectos del GORE y presidentes de organizaciones comunitarias de la ciudad.
En la oportunidad, se realizó una práctica demostrativa relacionada a cómo aplicar al parrón de la casa, el bioinsecticida que es inocuo a la salud de las personas.
A su vez, los asistentes aprendieron a eliminar la corteza de la parra, interrumpiendo el ciclo de vida de la plaga.
Para reforzar estas medidas, el SAG les hizo entrega de un kit con estos elementos de apoyo al control de la Lobesia Botrana.
Al respecto, el Director Regional del SAG, Nicanor Cuevas expresó “que a través de la educación a vecinos y vecinas de la ciudad, se les hace tomar conciencia de la importancia de esta plaga y cómo tomar medidas para bajar sus niveles de población. Este es un Programa financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional. El Servicio Agrícola y Ganadero está haciendo un enorme esfuerzo para ejercer control a nivel predial. Hemos entregado emisores de confusores sexuales a los agricultores, a fin de que se disminuya el nivel de población de la polilla”.
Cuando la Lobesia Botrana logra atacar las parras, se produce una merma en la producción, debido a que se destruyen las bayas, como también provoca pérdidas de calidad tanto de la uva de mesa como aquellas destinadas a la vinificación.
Por ende, la acción de la plaga causa graves perjuicios económicos.
Indicar que en la Región del Maule, existen 19 mil hectáreas de viñas sometidas a emisiones de confusores sexuales, lo que permite al macho de la polilla confundirse y evitar que se aparee.