A golpes finaliza sesion del CORE en el Maule

Bruscamente se interrumpió la reunión de pleno del CORE.

Esto porque el consejero regional PPD Carlos Gajardo Yáñez pidió la palabra para denunciar que en uno de los balcones, próximo al salón de sesiones, el Seremi de OOPP Robinson Flores lo habría enfrentado.

Para el denunciante “el Seremi es un roto, un prepotente… ante la negativa nuestra de seguir apoyando toda su mala gestión y señalarle claramente que no lo está haciendo bien, él me empuja, intenta agredir, me insulta y por tal motivo, solicito que él no puede continuar en sala. Lo tendremos que conversar en las comisiones correspondientes”.

A su tenor, el consejero regional UDI César Muñoz expuso que “eso no es posible aceptarlo en una autoridad pública, una autoridad designada y menos nosotros. No estamos disponibles a que un Seremi bajo las condiciones que sea, no pueda mantener la calma y empiece haber agresiones físicas”.

El personero anunció que pedirá al Gobierno que se curse su salida inmediata. En la misma sesión, el consejero regional del PC, Gabriel Rojas, respaldó la versión del consejero ofendido “a mi parecer, esta no es la primera vez que el Seremi está dando la nota alta. Ha habido situaciones anteriores, en las cuales también él ha tenido diferencias con el Consejo Regional, siendo que nosotros habíamos aprobado un convenio de programación con él. En ese sentido, creo que no ha estado a la altura del trabajo que significa estar en diálogo permanente con el Consejo Regional. Este tipo de actitudes, obviamente, indistintamente los colores políticos, nosotros solidarizamos con el consejero que se vio afectado y va a tener que tomarse una decisión al respecto, porque no puede seguir representando a la Nueva Mayoría”, indicó.

Tras casi media hora de que se solicitara la expulsión de la sala para el Seremi de OOPP Robinson Flores, este se retiró bajo fuerte custodia de un par de cercanos que llegó a auxiliarlo.

Negó haber agredido al consejero Gajardo “por supuesto que no” ¿le sacó la madre?   “yo no hago eso. No”, se limitó a decir, antes de desaparecer en el ascensor.

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