Excusar a las mujeres embarazadas y con hijos menores de dos años de las labores de vocal de mesa en las elecciones, es el objetivo principal de la moción que presentaron los senadores Marcela Sabat, Luz Ebensperger, Carlos Bianchi, José Miguel Insulza y Manuel José Ossandón.
La iniciativa fue remitida a la comisión especial encargada de conocer iniciativas y tramitar proyectos de ley relacionados con la mujer y la igualdad de género del Senado.
En lo fundamental, el proyecto incorpora una nueva excusa para eximirse de ser vocal de mesa, que es el embarazo de la mujer “durante todo el período de gestación, acreditado mediante certificado médico, o bien ser madre de un hijo o hija menor de dos años al día de la elección, acreditado con el correspondiente certificado de nacimiento de él o la menor”.
Los autores de la moción destacan la labor que realizan los vocales en los procesos electorales, la que implica un gran número de acciones como recibir y cuidar los útiles electorales; acompañar —en el caso del presidente de la mesa, que es uno de los vocales— a quienes tengan dificultad para votar; y practicar el escrutinio de la mesa, lo que incluye objetar votos o declararlos nulos o blancos, cuando corresponda, entre otras.
“Es, sin duda, una tarea fundamental, pero que requiere bastante paciencia y dedicación, pues los vocales deben abrir los locales de votación, muchas veces cerca de las 6 de la mañana, y culminan su trabajo en las últimas horas de la noche”, señala el proyecto.
Desde el 2012, fecha en que comenzó a regir la ley sobre inscripción automática y voto voluntario, todos los ciudadanos mayores de 18 años, que no hayan perdido el derecho a votar, son potencialmente candidatos a ser elegidos como vocales de mesa, incluso aunque nunca hayan participado en un acto electoral, y no tengan el menor interés de votar en dichas elecciones.
Si bien ya existe una normativa que permite excusarse para ser vocales de mesa a todas las mujeres en la última etapa de su embarazado, o bien, durante el puerperio (6 semanas antes del parto y 24 después del mismo), no ocurre lo mismo con quienes tienen hijos pequeños o están en los comienzos del embarazo.
A juicio de los autores de la iniciativa “dicha excepción resulta hoy insuficiente y exigua. No es posible que se le obligue a realizar este deber cívico a una mujer con seis o siete meses de embarazo, considerando que se trata de una jornada de más de doce horas sin descanso, y que muchas de las elecciones se hacen en meses de intenso calor en nuestro país”.
Asimismo, recuerdan que para el Plebiscito del 25 de octubre de 2020, el Consejo Directivo del Servicio Electoral publicó un acuerdo sobre normas interpretativas para su desarrollo, entre las cuales extendió las excusas para ser vocal a las mujeres embarazadas durante todo el período de gestación y a quienes se desempeñen como cuidadoras o cuidadores de adultos mayores o personas con necesidades especiales.
“Es esencial proteger a las mujeres embarazadas, desde sus primeros días de gestación, ya que el estar sometidas a labores obligatorias, muchas veces incómodas, y por largas horas —como es ser vocal de mesa— podría acarrear eventualmente problemas durante el embarazo, y es deber del Estado proteger la salud tanto de la madre como del feto, desde los primeros días de gestación”, señala la iniciativa.