Bajo el lema “Puedo Aprender, puedo trabajar”, este 2 de abril se conmemora el Día Mundial de la Concienciación del Autismo 2020, condición neurológica de salud, que se enmarca dentro de los Trastornos de Espectro Autista (TEA) y que en nuestro país afecta a 4 de cada 10 mil niños.
Ante esto, es importante concientizar a la ciudadanía para incluirlos dentro de la sociedad, ya que son personas que pueden realizar una vida de forma independiente en la mayor parte de los casos con ciertos apoyos.
Es importante tener en claro que la condición se caracteriza por alteraciones en el comportamiento social, en la comunicación y el lenguaje y por algunos repertorios de intereses o actividades restringidas repetitivas. “Es una afección que inicia en la infancia y permanece a lo largo de la vida, pero cuyos síntomas pueden ir disminuyendo de acuerdo a la terapia que reciba el niño”, indicó el coordinador académico de la Escuela de Terapia Ocupacional de la UTalca, Pablo López.
Respecto de cómo afecta la pandemia producida por el Covi-19 a las personas con el espectro, el especialista comentó que a raíz de la cuarentena muchos padres han debido ir generando algunas estrategias para ir adecuando las rutinas de sus hijos dentro del hogar. “Muchos han optado por la teleterapia para no desvincularlos de los tratamientos e intervenciones que los niños con esta condición realizan semanalmente, ya que la mayoría asiste a terapia con distintos profesionales de manera semanal y donde se van trabajando diferentes componentes para que puedan ser más independientes y autónomos en sus actividades diarias”, señaló el profesional de la UTalca.
En cuanto a las familias que no tienen acceso a dicha tecnología, el académico recomendó mantener la comunicación con los terapeutas y que ellos de cierta forma propongan y orienten a los padres respecto a las actividades que deben realizar los niños. “Cada persona tiene distintas necesidades, entonces uno los pilares fundamentales es la comunicación con sus terapeutas para que los orientes en cuanto a las actividades que los menores deben hacer en la casa”, enfatizó López.
El autismo es una condición que tiene diversos grados y áreas que se ven afectadas (lo social, el lenguaje y la comunicación), por lo cual con terapia se espera que las personas logren autonomía e independencia en cada una de dichas campos. Ante esto, es primordial que quien padece TEA reciba intervención temprana. “Esto es lo que más se está promoviendo hoy porque así se pueden disminuir los síntomas y ayudarán a que los niños y futuros adultos puedan ser mucho más independientes y funcionales, y además relacionarse de mejor forma con el entorno”, explicó el terapeuta ocupacional de la UTalca.
CÓMO SE RECONOCE EL AUTISMO
Actualmente, las características del Espectro Autista se pueden visualizar a muy temprana edad, en algunos casos se ven síntomas desde los 12 meses en adelante, ya que pueden haber problemas de comunicación, fijación de la mirada, tipo de juego que se realiza, relación con el entorno, “de qué forma utilizan los juguetes o si se fija mucho en ciertas rutinas o juguetes específicos son pequeñas conductas que indicarían la condición. Otro tema importante es el lenguaje, que es una de las dificultades que presenta el niño y ahí se debe ver cómo va avanzando en el lenguaje”, detalló el coordinador de la Escuela de Terapia Ocupacional.
Los padres también deben enfocarse en si el menor establece palabras a temprana edad o posteriormente frases, entendiendo lenguaje no solo como el habla sino que como comunicación en general. “Hay que estar atentos la ausencia del balbuceo y respuesta al llamado entre los 6 y 10 meses, la ausencia de alguna palabra al año de vida y la ausencia de frases de dos o más palabras con intención comunicativa a los dos años de vida, entre otras”, especificó López.
Por otra parte, en caso de sospecha o visualización de alguna de estas dificultades se recomienda acudir a un psiquiatra o neurólogo infantil para recibir orientación del tema y pedir la realización de la prueba que ayuda a contribuir al diagnóstico, el test ADOS-2.
Es importante destacar que según estudios epidemiológicos realizados en los últimos 50 años, la prevalencia mundial de estos trastornos parece haber aumentado. Hay muchas explicaciones posibles para este aparente incremento de la prevalencia, entre ellas una mayor concienciación, la ampliación de los criterios de diagnóstico, mejores herramientas diagnósticas y mejor comunicación, según informó la Organización Mundial de la Salud en 2017.