Efectivos de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI, trabajarán en la ex Colonia Dignidad, para buscar fichas secretas enterradas por los ex jerarcas del enclave, elaboradas por organismos de inteligencia durante el gobierno militar. La diligencia fue ordenada por el ministro Mario Carroza en virtud de antecedentes surgidos en un reportaje periodístico. Las supuestas fichas estarían escondidas bajo tierra en cuatro o cinco puntos específicos de Villa Baviera, según antecedentes que habría aportado un testigo protegido.
Estos documentos contendrían valiosa información sobre el paradero de detenidos-desaparecidos, cuyo destino final habría sido la ex colonia, de acuerdo a testimonios e información que manejan sus familiares.
Se trata de la localización y fijación fotográfica de un total de cuatro puntos donde habría documentos sensibles de la ex Colonia Dignidad y posibles fosas donde se pretende establecer si hay o hubo restos de detenidos desaparecidos, durante los primeros años de la dictadura civico-militar de Augusto Pinochet.
El magistrado mantiene abierta una investigación por torturas contra Heraclio Sarmiento Sabater, sobreviviente del enclave alemán, usado por la DINA para mantener secuestrados, torturar y asesinar a prisioneros políticos entre 1974 y 1977.
En este contexto un testigo dice que en 1998, recibió una orden de los jefes de la Colonia Dignidad para enterrar el archivo del hospital, del portón de acceso (donde se registraba con fotografías a visitantes) y un contenedor con más documentos de Gerd Sewald, autor y redactor de 44.600 fichas encontradas en 2005.
Esto luego que el programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior solicitara a este juez que se realizara la pesquisa, destinando para ello fondos que servirán para contratar personal y maquinaria que participarán en las excavaciones. Se estima que la remoción de tierra podría comenzar en el día de hoy.
Asimismo, se realizaron tareas para ubicar dos lugares donde, según diversas fuentes, podrían corresponder a fosas utilizadas para enterrar clandestinamente prisioneros que fueron ejecutados. Según estimaciones unas 100 personas pudieron haber sido asesinadas al interior del predio de 14 mil hectáreas.