El calor de la primavera revoluciona las hormonas y el erotismo.
No sólo se trata del deseo carnal o el apareamiento natural de las especies, sino que, involucra aquél sentimiento puro de las especies vivientes que es el amor.
Se cree injustamente que es propio de los humanos.
No es así.
También lo expresan aves y animales.
Al entrar la Estación de Primavera en el Hemisferio Sur, sinónimo de más luz, brotan en los seres vivos un fuerte impulso por el otro.
Es el tiempo en donde la belleza de las flores, el tierno sol y el viento que le acompaña, genera que florezca el amor tanto en los seres humanos como en el mundo animal, en una clara invitación a unirse.
El amor y la felicidad existen.
Muchas especies esperan el ingreso de la Primavera que no sólo es sinónimo de alergias y estornudos, sino también del romanticismo.