El Índice de Calidad de Vida ubicó a la capital del Maule el lugar 16 de un total de 93 ciudades, según Informe anual que preparan la Cámara Chilena de la Construcción y el Núcleo de Estudios Metropolitanos del Instituto de Estudios Urbano Territoriales de la P. Universidad Católica de Chile.
Condiciones laborales y socioculturales, ambiente para hacer negocios, conectividad y movilidad, calidad del medioambiente, vivienda y entorno, fueron los aspectos para determinar el Índice de Calidad de Vida (ICVU), que se desprende del informe anual que preparan la Cámara Chilena de la Construcción y el Núcleo de Estudios Metropolitanos del Instituto de Estudios Urbano Territoriales de la P. Universidad Católica de Chile.
De un total de 93 ciudades, los resultados fueron muy positivos para la capital del Maule. Es así como Talca fue la comuna que más escaló posiciones en el ranking pasando del lugar 55 al 16, entre 2014 y 2015, Curicó bajó del 53 al 54 y Linares subió del 67 al 56. Este avance positivo también se replicó en Concepción, Talcahuano y Tomé en la región del Biobío.
Para la Dra. Claudia Concha -socióloga- vicerrectora académica de la U. Católica del Maule, “Talca es una ciudad amable para vivir, los tiempos de movilización son cortos, puedes ir a almorzar a tu casa, tienes relaciones familiares mucho más intensas, y eso favorece mucho la calidad de vida de las personas”.
“Ahora también hay condiciones que han cambiado por la reactivación pos terremoto”, señaló.
La casa de estudios maulina posee el Centro de Estudios Urbano Territoriales (CEUT), de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas -FACSE-, donde el núcleo central es estudiar las ciudades del Maule y su hibridaje entre lo urbano y lo rural.
“Hemos logrado conceptualizar que Talca es una ciudad intermedia sostuvo Concha, que tiene atributos urbanos y rurales, y en esa perspectiva genera un sinnúmero de beneficios de calidad de vida y, efectivamente, la gente reconoce avances sustanciales en términos de infraestructura, conectividad y movilidad.
Aquí hay un aspecto importante donde el 70 % de los talquinos almuerza en su casa y se demora alrededor de 20 minutos desde el trabajo”.
“También se reconoce que han mejorado las condiciones laborales, no lo suficiente, pero sí en relación a periodos anteriores hay mayor cantidad de trabajo, pero se cuestiona la calidad del trabajo y el renta”.
“El año pasado hicimos una encuesta con mil 200 casos, considerando las ciudades de Talca, Linares y Curicó, y efectivamente hay elementos que coinciden”, puntualizó.
Planificación urbana y caso histórico
Por otra parte, la socióloga explicó que “desde 2010 que estamos estudiando el impacto del terremoto en Talca y creo que hace falta una visión del casco histórico de la ciudad, que está bastante abandonado. Aunque se ha recuperado, por ejemplo la 1 Sur, con el sector comercio, sin embargo hace falta una recuperación de los barrios que todavía siguen abandonados o también estructuras emblemáticas como las Escuelas Concentradas o el Mercado Central, que son elementos que hacen percibir a Talca como un ciudad abandonada”.
“Hay una enorme cantidad de lotes vacíos que aún existen, entonces vemos que no hay una planificación urbana, pensando en cómo construir la ciudad desde el casco histórico, y esto también permitiría romper con la segregación social, que la gente no se vaya a vivir a los márgenes de la ciudad, sino que se integre en el centro, así como también salir de una lógica de mercado de las tierras con barrios de ricos y de pobres, y llegar a romper con esto ayudaría a mejorar la calidad de vida”.
