El viento y lluvia que afectaron las últimas semanas a gran parte de las regiones del país, ya se están en retirada. Sin embargo, ahora existe un nuevo fenómeno climático que podría hacer su arribo: con el descenso de las temperaturas, las probabilidades de heladas aumentan, lo que tendría consecuencias directas en el agro.
El Dr. Marcos Carrasco-Benavides, académico de la Escuela de Agronomía de la U. Católica del Maule, explica que en esta época –cuando el invierno comienza a retirarse – tanto los frutales como las viñas salen del receso invernal, por lo que estas plantaciones serían las más sensibles a las heladas.
Es así como los efectos de las heladas en frutos y verduras dependerá, según Carrasco-Benavides, del origen de las heladas, su duración y la etapa de desarrollo en la que se encuentre el cultivo. Lo anterior, determinará el daño que se produzca.
“Por ejemplo, si en un huerto de frutales de hoja caduca, como manzanos o cerezos, se produce una helada en el período donde los árboles se encuentran en receso, ésta no generará ningún daño. Si este mismo evento se produce en un huerto de frutales de hoja persistente como paltos, el daño será importante.
Es por ello que antes de seleccionar el lugar de plantación y el tipo de cultivo, es necesario hacer un estudio de las condiciones agroclimáticas y analizar los posibles riesgos de heladas en la zona. Cuando el cultivo ya está establecido y existe el riesgo de la presencia de heladas, sólo queda ver los medios para reducir sus daños”, explica el académico de la UCM.
Y agrega que existen cultivos que dependiendo de su estructura pueden resistir un cierto nivel de heladas, pero en general esta resistencia estará determinada por la intensidad y duración del evento.
“En general el común de las personas dice que ‘la helada quemó el cultivo’, inconscientemente haciendo referencia a que la muerte de las células se ve reflejada en la necrosis parcial o total de tejidos y órganos tales como flores, yemas y frutos”, aclara.
En cuanto a las medidas de prevención, Carrasco-Benavides, si bien la tecnología puede ayudar, es importante destacar que “la efectividad de los métodos de control ha sido indicada como relativa, donde el éxito va a depender del funcionamiento continuo de los equipos durante todo el tiempo que dure el evento, además de la capacidad de cubrir una mayor superficie”.
Es por esto, que se recomienda, antes de instalar un método, hacer un estudio agroclimático para evaluar los eventuales riesgos de heladas.